Miedo a los exámenes: ¿cómo enfrentarse a un suspenso?

Se acerca el final de curso y son muchos los alumnos que, ante la llegada de los últimos exámenes del año, tienen miedo de tropezar, fracasar y sobre todo suspender.

Aunque pensar en la derrota antes de tiempo ya es sinónimo de una mala praxis emocional, lo cierto es que no superar una evaluación tampoco debería convertirse en un drama familiar que se alargara durante todo el verano. Ser realistas y entender por qué se ha producido ese suspenso es fundamental para actuar con rapidez y comprender que el objetivo principal del aprendizaje es siempre el instinto de superación.

Afrontar la calificación con realismo: ¿qué es lo que ha pasado?

Puesto que no es lo mismo obtener un insuficiente en las materias de lengua o matemáticas que en las de plástica o educación física, el primer paso que debe llevarse a cabo antes de exagerar las consecuencias del suspenso es averiguar si existe alguna dificultad de estudio escondida detrás de esa baja calificación. Puede que el alumno presente problemas en alguna área determinada de aprendizaje, por lo que la mala nota no sólo servirá para advertir al niño y a la familia, sino que deberá tomarse como referente positivo para mejorar e incidir sobre las dificultades del alumno.

¿Puede el valor de una persona reducirse a una nota?

La respuesta es no. De hecho, la mayor parte de pedagogos recomiendan que los padres animen a sus hijos a seguir intentándolo para superar el bache académico, convirtiendo el suspenso en un pequeño obstáculo que deberá sobrepasarse con esfuerzo, voluntad y dedicación. La sensación continuada de fracaso, que en ocasiones es compartida por los niños y por sus familiares, no lleva a ninguna parte, por lo que resulta fundamental que se apoye al alumno para que éste aprenda a superar la decepción y utilice todos sus recursos personales para centrarse en la consecución del éxito académico.

Hablar con el tutor y establecer un nuevo plan de trabajo

Una vez analizadas las causas que han provocado el suspenso del alumno, es recomendable acudir al colegio para contrastar opiniones con el profesor de referencia o tutor. Él podrá guiar al alumno sobre los errores cometidos y los cambios de actitud o de disciplina necesarios para superar la asignatura, incidiendo sobre todo en la creación de una buena estrategia de organización que le permita asumir sus responsabilidades dentro de un clima positivo y reforzado.

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Fuente: MundoPsicologos.com

desQbre – 6 formas en que las mascotas benefician tu salud

534957_259920024106574_1969902420_nCada vez más estudios apoyan la premisa de que de las mascotas son buenas para la salud. De allí que no exageraríamos al asegurar que más que el mejor amigo del hombre, un perro podría convertirse también en su mejor enfermero. Entérate aquí de los beneficios que una mascota puede ofrecerle a tu vida y a la de tu familia.

La próxima vez que los niños te supliquen que traigas a casa un perrito, un gato, un ave o incluso un pececito, no rechaces totalmente la idea.  Es cierto que implican responsabilidad y gastos, pero ellos se encargan de compensar tus obligaciones con muchísimos beneficios para la salud de todos. Entre éstos se encuentran los siguientes:

1. Las mascotas ayudan a combatir la ansiedad.

Según un estudio del Medical College de Virginia, a los pacientes hospitalizados con problemas de salud mental, la terapia con animales les ayudó a reducir sus niveles de ansiedad más que otras terapias convencionales. “Las mascotas ofrecen un amor incondicional que puede ser muy útil para las personas con depresión”, indica el Dr. Ian Cook, psiquiatra y director del Programa Clínico y de Investigación de Depresión en UCLA (UCLA Depression Research and Clinic Program).

2. Benefician la salud cardiovascular

En un interesante estudio publicado por la investigadora Erika Friedmann en el American Journal of Cardiology, se les dio seguimiento a más de 400 personas después de que sufrieran un ataque al corazón. Un año más tarde, los dueños de mascotas tenían 8.6 veces más probabilidades de sobrevivir que aquéllos que no tenían mascotas. De manera que los perros y los otros animalitos, pueden ayudar a mejorar la longevidad y la sobrevivencia de sus dueños.

3. Fortalecen tu sistema inmunológico.

“Tener una mascota es la inmunoterapia de la naturaleza”, asegura la Fundación Livestrong.  “Los niños de los hogares con mascotas tienen una asistencia general de tres semanas más por año que los que no tienen mascotas.” Además, otros estudios indican que los niños que están cerca de una mascota son menos propensos a tener eczema e incluso  llegan a tener un  sistema inmunológico más fuerte en general.

4. Las mascotas son magníficas en terapias de salud

La terapia con mascotas puede reducir significativamente el dolor, la ansiedad, la depresión y la fatiga en pacientes con varios problemas de salud, como por ejemplo:

  • Niños con tratamientos dentales
  • Pacientes recuperándose de cáncer
  • Personas internadas a largo plazo en instituciones médicas
  • Veteranos con trastorno de estrés postraumático

5. Las mascotas ayudan a las personas de la tercera edad

Algunos estudios demuestran que los pacientes con Alzheimer tienen menos brotes de ansiedad si hay un animal en casa, y que quienes los cuidan también se sienten menos agobiados cuando hay una mascota en el hogar.

Además, tener una mascota ayuda a las personas mayores a hacer ejercicio y les da el beneficio de sentirse acompañados,  lo que les hace sentir mejor en general.

6. Las mascotas  ayudan a mantenerse en forma

¿Sabías que los perros son responsables de 67 por ciento de las caminatas que sus propietarios toman cada semana?  Tener un perro en la casa te impulsa a salir a caminar,  incluso a jugar con él. Según Sandra McCune, autora del libro  “Health Benefits of Dog Walking for People and Pet”,  las personas que sacan a sus perros a caminar suelen cumplir con su requisito diario de ejercicio, incluso si ellos no hacen ningún ejercicio de importancia. ¡Esta por sí sola es una razón muy fuerte para tener y mantener a un perro en casa!

 

Cuidado, aquí está la otra cara de la moneda

Aún cuando una mascota resulte beneficiosa para tu salud, siempre es bueno hacerte estas tres  preguntas antes de llevar una a casa:

  • ¿Te sientes cómodo con una mascota? Si nunca has tenido un perro u otro animalito, asegúrate que esta es una opción que le dará alegría y no tensión a tu vida.
  • ¿Podría convertirse en una carga económica? De acuerdo a la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, ASPCA), la llegada de un gato o un perro a la casa puede representar una inversión financiera importante durante el primer año de su estancia en la casa (adquisición del animal, vacunas, visitas al veterinario, comida, medicinas, juguetes, etc.).
  • ¿Puedes cuidar bien a tu mascota todo el tiempo? Una mascota, además de compañía y beneficios a tu salud, también requiere de ciertos cuidados. Por ejemplo, si sales  de viaje ¿quién la cuidara?

Compara las ventajas y las desventajas y toma tu decisión. Pero si te decides a traer una mascota a la casa, hazlo con el convencimiento de que será una fuente de alegría y de beneficios para tu salud y la de toda la familia.

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Fuente: Vida y Salud – vidaysalud.com

 

Adolescentes y la Fobia Social ¿de qué se trata?

cache_2409999735Todo el mundo piensa que ser adolescente significa disfrutar a pleno de la vida social. ¿Por qué no? Entre la escuela, las fiestas y todas las actividades con amigos, de seguro que hay mucha diversión. Sin embargo, no todos los adolescentes disfrutan al participar en los eventos sociales y hasta los rechazan. Algunos incluso sienten una profunda ansiedad de ser vistos en público en situaciones cotidianas. Aquí te cuento de qué se trata esta fobia social en los adolescentes.

Juliana recuerda que cuando tenía 16 años todo el mundo le decía que dejara de ser tan tímida. Ella era callada, más bien introvertida y odiaba, sobre todas las cosas, tener que pasar delante de mucha gente. Le daba vergüenza por ejemplo, subirse a un autobús (bus, colectivo, guagua, camión) urbano y tener que caminar por el pasillo para buscar un lugar. El sentir las miradas de la gente le producía mucha ansiedad hasta el punto de hacerla sudar y sonrojarse. Por eso, su mamá recuerda que siempre supo que lo de Juliana era mucho más que timidez. En el colegio no quería participar en actividades, como teatro o danza, por el miedo a exponerse en público y ser criticada. No le gustaba ir a fiestas porque le daba pánico no saber si la iban a sacar a bailar o no.

Fue entonces cuando decidieron buscar ayuda profesional y Juliana fue diagnosticada con fobia social. Hoy, ya varios años después, Juliana agradece a su mamá que la haya llevado a esa terapia, pues es abogada litigante y su trabajo le exige hablar en público.

Como Juliana, muchos adolescentes padecen de fobia social, la cual se define como una ansiedad intensa o un miedo persistente ante un objeto, una actividad o una situación social que se evade a toda costa para evitar el estrés. Hablar en público o iniciar una conversación son las principales situaciones de las que huyen los adolescentes.

Las estadísticas indican que el promedio de edad en el que se desarrollan los síntomas de la fobia social es entre los 11 y los 19 años, es decir, durante la adolescencia.

Para identificar si tienes fobia social o si tu hijo(a) adolescente la padece, presta atención a los siguientes síntomas:

  • Sentirse observado en situaciones sociales al punto de sentir      dolor de estómago, tener el pulso acelerado, marearse y llorar.
  • Sentirse cohibido (con timidez) cuando otros observan: pensar      que todos están juzgando lo que haces.
  • Tener un temor extremo de que otros te observen.
  • Temer al qué dirán los demás.
  • Evitar iniciar conversaciones con compañeros de la clase.
  • Sensaciones físicas como sonrojarse, palpitaciones, náusea,      sudor y sentirse humillado(a).

Si piensas que tu ansiedad ante situaciones sociales es extrema hasta el punto de interferir en tu vida diaria y tu bienestar emocional, puede que tengas fobia social. Para saber si es así, debes consultar con un especialista que puede recomendarte los dos tratamientos que hay para tratar este tipo de fobia: medicamentos y terapia psicológica o terapia de comportamiento.

Los medicamentos se pueden combinar con la terapia (es lo que generalmente se recomienda) y se ha comprobado que son efectivos para tratar y eliminar los síntomas de la fobia social. En los Estados Unidos, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) ha aprobado cuatro medicamentos específicamente para los casos de fobia social: Zoloft (Sertraline), Paxil (Paroxetine), Luvox (Fluvoxamine) y Effexor (Venlafaxine). Puede que en tu país existan con el mismo nombre o que tu médico te recomiende otros con ingredientes similares que sean igualmente efectivos (el ingrediente que se encuentra entre paréntesis es el ingrediente químico que es igual en todos los países).

Lo bueno de los medicamentos es que funcionan. Lo malo, es que sólo tratan los síntomas, en este caso no los curan y podrían causar algunos efectos secundarios. Por lo que, si se suspende su uso, los síntomas pueden regresar.  Por eso, la terapia psicológica o la terapia de comportamiento podría ser mejor a largo plazo si te funciona, ya que con algunos métodos podrías “entrenar” a tu cerebro para que le pierda miedo a las situaciones sociales que no podías enfrentar previamente.

De cualquier manera, el primer paso es identificar si padeces de fobia social para así poder tratarla y disfrutar de tu adolescencia a plenitud, (o ayudar a tu hijo(a) a   superarla).

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Fuente: (Doctora Aliza) – http://www.vidaysalud.com

desQbre: Cómo hacer más fácil y llevadera la vuelta al cole

El final del verano llega para todos y las prisas y la rutina volverán a ocupar los largos días del invierno. Los niños, aunque todavía pequeños e inmaduros, sufren como cualquiera el final de sus días de libertad. La ‘vuelta al cole’ es difícil también para ellos.

«Para un niño de cuatro años, tres meses, lo que dura el verano, es un porcentaje muy elevado de su vida, cosa que para un adulto no es nada. Conforme los pequeños van creciendo, ese porcentaje es menor, pero no es fácil el cambio de la diversión y el ocio al trabajo«, explica el psicólogo educativo Jesús Ramírez.

Los niños pasan de no tener disciplina al deber de cumplir de nuevo unos horarios y unas normas fijas y establecidas. Por ello, el cambio es «costoso». Aunque de forma distinta, «lo mismo nos pasa a los mayores, ¿no?», señala el psicólogo.

Ansiedad por separación

Uno de las claves fundamentales en la que coinciden todos los expertos para hacer el proceso de adaptación más llevadero es la normalización. Es decir, no dramatizar la situación y no prestarle más atención de la que tiene. Así, lo explica la directora del Centro madrileño de Atención Temprana Imagina, Mónica Flores. «Lo normal es que los niños lo pasen mal. Realmente cuando se falla es cuando se quiere que las cosas se normalicen lo antes posible».

La ansiedad por separación es algo normal que ocurre en todo proceso de crianza y afecta tanto a niños como a padres, por ello todo depende de la importancia que se le dé. «Está mal visto que los niños lloren en su primer día, y solemos incluso poner etiquetas como ‘el llorón’. Parte de culpa para que ese proceso de adaptación tenga éxito la tiene la acogida que tenga el niño esos primeros días de clase«, asegura.

Otro de los factores de los que depende esta adaptación, como señalan los expertos, es la edad que tengan los niños y de si se inician en la escuela por primera vez, o si por el contrario ya son ‘veteranos’.

Niños primerizos y veteranos

En el caso de que sea un niño que va a empezar su andadura escolar, y va a entrar en la educación primaria, el proceso es un tanto más costoso que si ya fuera un niño que ha acudido previamente a una guardería o jardín de infancia. «Va a suponer para el niño un cambio muy grande, en el que va a perder durante una buena parte del día a sus figuras paternas», comenta Ramírez. Pero para ellos, los colegios toman medidas. Por ejemplo, inician el colegio unos días antes, durante periodos cortos de tiempo y con la presencia de sus padres, puntualiza el experto. Muchos centros llevan tomando esta iniciativa desde hace ya varios años. ¿La ventaja? Los expertos lo tienen claro: mejorar la adaptación del niño a su nueva vida.

Por su parte, el niño ya veterano, que ha acudido al jardín de infancia, tal como explica el pediatra Jordi Pau, coordinador de Prevención y Seguridad de la Asociación Española de Pediatría (AEP), se muestra más nervioso, inquieto inseguro y además se enfrenta a una clara dicotomía: el duelo por el final del verano y las ganas por volver a ver a sus amigos. Pero para ellos, el proceso es más fácil porque enseguida comienzan de nuevo a jugar con sus viejos amigos y a olvidarse de los padres.

El periodo de adaptación suele durar, aproximadamente una semana», concreta el doctor. Por su parte, Mónica Flores asegura que el 90% de los niños en un mes ya se ha adaptado plenamente a la nueva vida.

Recomendaciones para padres

No hay un manual perfecto para padres, pero sí unas pautas adecuadas para poder hacer más fácil esta vuelta al cole. Sobre todo, una actitud positiva por parte de los padres.

«Cariño y escucha«, reafirma Flores. Hay que saber escuchar a los niños, que verbalicen lo que les pasa y que puedan expresar sus emociones». Esto es, la llamada «acogida emocional» que apunta la directora del centro de Madrid. «Hay familias que no perciben que los niños necesitan expresarse, y una parte fundamental, no solo de este proceso de vuelta al cole, sino de todos, es que los padres atiendan las necesidades emocionales que les presentan sus hijos.

Por otro lado, es recomendable que los últimos días de vacaciones los niños sigan manteniendo los mismos hábitos de horarios, relacionados con su ocio y simultáneamente vayan teniendo momentos de adaptación al medio escolar, como por ejemplo ir forrando sus nuevos cuadernos. «Que empiece a familiarizarse con sus nuevos libros y materiales, personalizándolos y revisando sus contenidos», explica Ramírez.

Una vez iniciado el curso escolar, todavía podemos disfrutar de un buen clima, hay muchos días con temperaturas agradables, por ello los expertos recomiendan seguir realizando las actividades de parque o piscina durante unos días. «Con esta simple actividad, se elimina casi de raíz esa adaptación al nuevo curso», detalla el experto en psicología educativa.

Pero algo muy importante que quiere matizar es que estén seguros de los profesionales. «Es importante que los padres tengan confianza en los profesores, pues son los que se van a responsabilizar de su hijo. Y sobre todo, que estén tranquilos», concluye.

Fuente: «El Mundo» (Beatriz G. Portalatín) – http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/08/31/neurociencia/1346441333.html

 

 

 
 

 

Las diez lecciones que deberíamos aprender de los animales de compañía

Las mascotas han dejado de ser un simple animal de compañía para convertirse en un miembro más de la familia. Se dice de los perros que son el mejor amigo del hombre, pero no siempre se saca el máximo provecho a su fidelidad ni se aprecian ciertas enseñanzas que podrían ser beneficiosas para la vida de las personas. Lo mismo ocurre con el resto de mascotas que se tienen en casa, ya sea un gato, un hámster o un loro. Además, pueden influir positivamente en el estado de ánimo de las personas, alejar las preocupaciones y contribuir a incrementar el bienestar general. Las mascotas tienen una marcada capacidad para empatizar con sus dueños, sobre todo cuando llevan bastante tiempo conviviendo con ellos. Especialmente, los perros y los gatos son expertos en captar las emociones y rápidamente perciben cuando uno está triste o enfermo. Por eso, se puede aprender de las mascotas, conociendo su manera de actuar y su forma de reaccionar ante los estímulos externos, para enriquecer la vida de las personas.

La primera lección que se puede sacar de un animal de compañía es que su aprecio y amor es siempre incondicional. Querer a alguien sin esperar nada a cambio no es más que el amor verdadero, es decir, amar a las personas por lo que son y no por el rédito que se pueda obtener de una determinada relación.

La lealtad es otra de las máximas de las mascotas. Pase lo que pase siempre estarán ahí, pues es más fácil perder la lealtad de los familiares o amigos que la de un animal de compañía. Este rasgo de los animales de compañía marca una clara distancia con la crisis de valores que vive la sociedad contemporánea. Saber pedir ayuda cuando realmente se necesita, sin creer que se trata de una debilidad. El ego impide muchas veces a las personas buscar ayuda en los demás porque se asocia a una falta de capacidad resolutiva. Sin embargo, es necesario tener el suficiente coraje para admitir la necesidad de ayuda cuando sea necesaria, sin miedo a abrirnos a los demás. El rencor es una característica propia de los humanos. Los animales de compañía pueden expresar su ira o enfado cuando se les está reprendiendo para disciplinarlos, sin embargo, consiguen olvidarlo enseguida, casi inmediatamente después de que se les deje de regañar. Saber pedir perdón y, más aún, saber perdonar a los demás, es otra de las lecciones importantes que se pueden aprender de las mascotas. Los animales utilizan una serie de signos para expresar sus emociones. Los perros mueven la cola cuando algo les hace felices y los gatos muestran su aprecio cuando ronronean o se frotan con su dueño. No tener miedo a mostrar los sentimientos y, sobre todo, a ser agradecido, es una cualidad no siempre presente en los humanos. Con la práctica resultará menos embarazoso agradecer un gesto con un beso o un abrazo. Los beneficios emocionales de saber corresponder cuando es preciso superan con creces todos los esfuerzos que puedan suponer en un principio.

Ciertas actitudes de las mascotas son claves para alcanzar la felicidad

Saber disfrutar de la soledad y alejar el miedo a pasar tiempo a solas es imprescindible para alcanzar la felicidad, pues en un momento u otro estas situaciones son inevitables. Mucha gente odia estar sola, pero se debe buscar un equilibrio para minimizar nuestra percepción negativa de estos momentos. Es más, apreciar el tiempo que se pasa solo puede ser muy beneficioso a largo plazo y servirá para incrementar el conocimiento personal. Para saber cuidarse a uno mismo, primero hay que saber cuidar a los demás. Los animales suelen adoptar esta actitud a rajatabla con sus retoños, asegurándose de cubrir sus necesidades antes que las propias. Una máxima imprescindible entre las personas que vayan a formar una familia. No tener miedo a equivocarse es una buena enseñanza de las mascotas, pues la clave del desarrollo humano y personal se basa precisamente en el ensayo y el error. Para perfeccionar el talento o resolver ciertos problemas es necesario intentar ciertas acciones que no siempre salen bien a la primera. Lo importante es aprender de esos errores y no volver a cometerlos, pues como afirma el dicho popular: “El ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Conseguir apreciarnos a nosotros mismos, siendo conscientes de nuestras limitaciones y capacidades, es el primer paso para acercarnos a la felicidad. Los animales se reconocen como lo que son y sus pretensiones no impiden que se sientan realizados. Fingir lo que no se es tampoco contribuirá al bienestar, pues engañarse a uno mismo suele tener consecuencias negativas a medio y largo plazo. El primer paso para ser feliz es quererse a uno mismo tal y como se es.

Cometer errores no es malo si se aprende de ellos

La austeridad y saber acoplarse a una vida sobria es una característica común a los animales. Vivir de forma sencilla y sólo con lo que realmente se necesita puede ser un objetivo casi impensable en la sociedad de consumo, donde parece que la felicidad no reside en tener cubiertas las necesidades personales, sino en tener más y más que el vecino. De todos es sabido que no es más feliz el que más tiene porque esta ambición siempre será insaciable y nunca se tendrá lo suficiente. Diferenciar lo que se necesita de lo que se quiere es fundamental para sentirse a gusto con uno mismo y con la vida que se tiene. Ponerse metas y perseguir los sueños es especialmente beneficioso, pero deben considerarse como lo que son para minimizar las consecuencias psicológicas del fracaso.

Fuente: «El Confidencial» (Iván Gil)

Psicólogos advierten que el trastorno por déficit de atención está mal identificado y que se confunde con el despiste.

Psicólogos clínicos han advertido que el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA-H) está mal identificado ya que se tiende a etiquetar como hiperactivos a niños que son simplemente despistados.

Según ha asegurado la coordinadora de las XII Jornadas de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR) que se celebran en Valladolid, Amaia Izquierdo, en muchas ocasiones se ha pasado de infradiagnosticar a los niños con este trastorno, achacándoles de tener problemas de comportamiento o educación, a creer que cualquier niño al que le cuesta atender en clase como si tuviera TDA-H. Por ese motivo, ha recalcado, es necesario acudir a un especialista para un diagnostico.

Asimismo, en el congreso se han presentado los resultados de un programa en tres dimensiones (3D), llamado ‘Aula Nesplora’, que permite ayudar al psicólogo o médico en ese diagnóstico con mayor precisión que cualquiera de los métodos anteriores. Más de 3.500 niños ya se han evaluado en todo el mundo con este método, desarrollado en España por la empresa Nesplora en colaboración con la clínica Universidad de Navarra.

En concreto, el programa incluye un sensor de movimiento y unas gafas en 3D que permiten recrear un aula escolar, en la que el niño debe realizar una tarea, con las distracciones típicas de una clase. «Los datos recogidos permiten al clínico ayudarle en su diagnóstico de forma más precisa, ya que se miden parámetros de atención de varios tipos y que hasta ahora no se habían evaluado por ningún test», explica la neuropsicóloga Yahaira Iriarte.

Según un estudio del Hospital San Telmo de Palencia y diversos centros de salud de Palencia y Valladolid, el 6,6 por ciento de los niños castellanoleoneses entre 6 y 16 años sufre TDAH. Además, 7 de cada 10 niños con esta enfermedad presenta algún tipo de trastorno asociado: 46 por ciento ansiedad, 31 por ciento trastornos de comportamiento, 9 por ciento alteración de estado de ánimo, 10 por ciento tics y 12 por ciento enuresis. Además, los niños presentan significativamente peores resultados académicos y peor conducta en clase.

Por otra parte, Izquierdo ha recordado que el psicólogo clínico tiene una labor importante con estos niños ya que, además de sufrir fracaso escolar, padecen mucho rechazo social y problemas de autoestima. «Sus compañeros de clase o juego no suelen aceptar que, en muchas ocasiones, no respeten los turnos, que hagan lo primero que se les viene a la cabeza o que quieran cambiar de juego rápidamente», ha recalcado.

Por ello, el protocolo de atención a niños con TDA-H en Castilla y León aconseja que sea el psicólogo clínico el que intervenga en la detección de los casos por parte de los padres y profesores y en el apoyo psicológico, y que a su vez derive al pediatra que es el encargado de decidir si debe remitirlo al especialista.

Por último, Izquierdo ha reconocido que la causa del TDA-H se desconoce con exactitud, aunque se atribuye a factores ambientales, genéticos y neurobiológicos. No obstante, el diagnóstico y tratamiento en la infancia evita problemas de adaptación y comportamientos antisociales de adulto.

Fuente: http://www.psiquiatria.com