Técnicas de estudio: Pasos y técnicas para redactar

PASOS NECESARIOS PARA REDACTAR:

  1. Selección del tema
  2. Búsqueda de información
  3. Elaboración de un bosquejo
  4. Redacción de un borrador
  5. Revisiones
  6. Redacción definitiva

1.- Selección del tema.

Puede tratarse de un tema que te hayan pedido desarrollar… Si no es así, elige redactar sobre algún asunto de tu interés.

2.- Búsqueda de información.

Para informar sobre un hecho, la técnica de las ocho preguntas es muy efectiva: Hazte las siguientes preguntas y contéstalas:

  1. ¿qué?
  2. ¿quién?
  3. ¿dónde?
  4. ¿cuándo?
  5. ¿por qué?
  6. ¿cómo?
  7. ¿cuál?
  8. ¿cuántos?

La técnica de los siete imperativos es muy útil para todo tipo de escritos:

  1. Descríbelo: ¿cómo lo ves, sientes, hueles, tocas o saboreas?
  2. Compáralo: ¿a quién se parece o de qué se diferencia?
  3. Relaciónalo: ¿con qué se relaciona?
  4. Analízalo: ¿cuántas partes tiene?, ¿cuáles?, ¿cómo funcionan?
  5. Aplícalo: ¿cómo se utiliza?, ¿para qué sirve?
  6. Arguméntalo: ¿qué se puede decir a favor o en contra?
  7. Conclúyelo: ¿qué conclusiones sacas?

Para temas en general, la técnica hazte todas las preguntas que se te ocurran es muy efectiva. Por medio de un buen número de preguntas, generas un cuestionario para buscar luego las respuestas. Por ejemplo: (Del Río, 1993:5):

Parque

  1. ¿qué es?
  2. ¿cómo es?
  3. ¿para qué sirve?
  4. ¿cómo se administra?
  5. ¿cuánto mide?
  6. ¿qué le hace falta?
  7. ¿es seguro?
  8. ¿otros usos?
  9. ¿dónde está?
  10. ¿instalaciones?
  11. ¿quién lo mandó construir?
  12. ¿cuándo se construyó?
  13. ¿cómo es en relación con otros?
  14. ¿cuánto se gasta en su mantenimiento?
  15. ¿por qué es importante tenerlo?

La técnica elige dos o tres términos clave es útil para cualquier clase y tamaño de escritos. por ejemplo:

Luis trabaja como guía turista: su trabajo es estimulante, pero agotador.

Palabras clave: estimulante y agotador.

Estimulante:

  • Viaja mucho
  • Cuenta con 10 años de experiencia
  • Conoce muchos lugares
  • Trata con mucha gente importante
  • Adquiere mucho acervo
  • Domina varios idiomas
  • Gana mucho dinero
  • No tiene horario fijo

Agotador:

  • No tiene tiempo libre
  • Trabaja toda la semana
  • Tiene que estar alegre y sociable todo el tiempo
  • No cuenta con tiempo para formar una familia
  • Debe estar disponible las 24 horas del día cuando está guiando a un grupo
Redacción:

Luis es un excelente guía turista con diez años de experiencia. Conoce los cinco continentes por lo que su acervo es muy amplio y culto. No hay lugar del planeta que no haya visitado cuando menos una vez. Ha tenido que aprender varias lenguas y, por consecuencia, es un conversador muy ameno por lo que todo tipo de personas de alto nivel intelectual y cultural buscan su compañía.

Por otro lado, no le queda tiempo para cultivar una vida privada… También se siente agotado, ya que casi no descansa y siempre tiene que estar disponible y presentable y, además, debe mantener una perenne actitud positiva y lucir una eterna sonrisa.

La técnica lluvia de ideas dura pocos segundos o minutos, durante los cuales, el autor se dedica solo a reunir información para el texto. Se sumerge en la piscina de su memoria y de su conocimiento para buscar todo lo que le sea útil para la ocasión.

Consejos para la lluvia de ideas:

  • Apúntalo todo, incluso lo que parezca obvio, absurdo o ridículo. ¡No prescindas de nada! Cuantas más ideas tengas, más rico será el texto. Es posible que más adelante puedas aprovechar una idea aparentemente pobre o loca.
  • No valores las ideas ahora. Después podrás recortar lo que no te guste. Concentra toda tu energía en el proceso creativo de buscar ideas.
  • Apunta palabras sueltas y frases para recordar la idea. No pierdas tiempo escribiendo oraciones completas y detalladas. Tienes que apuntar con rapidez para poder seguir el pensamiento. Ahora el papel es solo la prolongación de tu mente.
  • No te preocupes por la gramática, la caligrafía o la presentación en este momento.
  • Nadie más que tú leerá este papel.
  • Juega con el espacio del papel. Traza flechas, círculos, líneas, dibujos. (Cassany, 1999: 63).
  • Cuando no se te ocurran más ideas, relee lo que has escrito o utiliza una de las siguientes técnicas para buscar más.

 

La técnica de escritura libre o automática consiste en ponerse a escribir de manera rápida y constante apuntando todo lo que venga a la mente en ese momento sobre el tema que escribimos, o sobre otros aspectos relacionados con él. Hay que concentrarse en el contenido y no en la forma, valorar la cantidad de texto más que la calidad; y, sobre todo, no detenerse en ningún momento. Se recomienda empezar por sesiones de diez minutos, que pueden llegar hasta veinte o treinta, con la experiencia.

Es muy útil para generar ideas y superar bloqueos. El texto resultante tiene muchas deficiencias que se corregirán al desarrollar la redacción y reescribir la versión final.

La técnica frases empezadas: es bastante más concreta que la de lluvia de ideas. Sirve para orientar la redacción.

Lo más importante es…
Tengo que evitar que…
Es necesario que no olvide que…
No estoy de acuerdo con…
Me gustaría…
Opino…
La razón más importante es…
Quiero…

La técnica de mapas y redes:

Los mapas (de ideas, mentales, o denominados también árboles o ideogramas) son una forma visual de representar nuestro pensamiento. Consiste en dibujar en un papel las asociaciones mentales de las palabras e ideas que se nos ocurren en la mente. (Cassany: 1999, 58).

GRáFICO

Escoge una palabra nuclear sobre el tema que escribes y apúntala en el centro de la hoja, en un círculo. En seguida, anota todas las palabras que asocies con ella y circúlalas. (Cassany, 1999: 59). El procedimiento dura unos cuantos minutos. Luego, anota cada palabra como encabezado y escribe todas las que se te ocurran que tengan relación con la palabra principal. El papel se convierte en la prolongación de tu mente y en un buen material para iniciar la redacción. Elige el punto de vista desde el que vas a abordar tu texto.

Finalmente, si tomas en cuenta cada uno de los aspectos anteriores, podrás redactar con facilidad un escrito sobre “Educación Superior” o sobre “El mar”, etcétera.

3.- Elaboración de un bosquejo. Una vez que tengas la información, organízala:

  • Determina cuál es la idea principal o tema.
  • Ordena las demás ideas de acuerdo con su importancia, de mayor a menor.
  • Expresa cada idea con enunciados claros.
  • Organiza el texto.

4.- Redacción de un borrador. Elabora un primer intento de redacción.

5.- Revisiones. En un proceso eficiente de revisión se debe tomar en cuenta lo siguiente:

  • Sirve para mejorar globalmente el texto.
  • Afecta a fragmentos extensos de texto, las ideas principales y la estructura.
  • Pueden surgir nuevas ideas.
  • El cambio de un término o palabra puede motivar a rehacer la estructura de toda una frase o párrafo.

6.- Redacción definitiva. Después de efectuar una última revisión, puedes elaborar el texto definitivo. Todavía recomiendo una última revisión después de poner distancia temporal; es decir, que conviene dejar a un lado el texto definitivo por un tiempo determinado -según la urgencia que se tenga de presentarlo-, y volver a efectuar otra revisión antes de darlo por terminado

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Fuente: AMABELI R. CADENA AYARZAGOITIA – usoadecuadodelalenguaescrita.blogspot.com.es

Los dibujos de los niños muestran cuál será su inteligencia en la adolescencia

Según un estudio británico del Instituto de Psiquiatría del King´s College de Londres, la habilidad en el dibujo de los niños de 4 años es un indicador de la inteligencia que tendrá a los 14.

Un equipo de investigación del King´s College de Londres ha llevado a cabo una estudio que ha permitido examinar una muestra de 7.752 parejas de gemelos monocigóticos y heterocigóticos. Han participado niños con la edad de 4 años y, a continuación, de 14 años, en los que, por medio de test del lenguaje, se ha analizado la capacidad del dibujo (draw-a-child test). A cada dibujo se le ha asignado una puntuación de 0 a 12, tomando en consideración la particular inclusión de las figuras. Según la investigación, algunos niños han mostrado una mayor atención a los detalles, como por ejemplo dibujar una figura humana con nariz, orejas y ojos. Esta precisión podría ser sinónimo de mayor inteligencia respecto a aquellos niños que han dibujado con menos detalles.

La psiquiatra Rosalind Arden, autora del estudio publicado en Psychological Science, ha afirmado: “Este tipo de test fue creado en los años 20 para establecer la inteligencia de los niños pequeños, por eso la correlación entre los resultados y la inteligencia era previsible en el grupo de 4 años. Lo que sorprendió fue el la correlación con la inteligencia medida después de un decenio”.

En efecto, a los cuatro años, una puntuación elevada en el test de dibujo corresponde con una puntuación alta en el test de inteligencia. Sin embargo, la novedad de la investigación inglesa reside en que ha revelado que esta misma prueba, repetida a los 14 años, demuestra que los niños con puntuación alta a los 4 años mantienen este estándar inalterable.

Blopens Megarueda de Colores

¿Qué sucede, por tanto, con los niños que no tienen esta habilidad para el dibujo? ¿Tendrán problemas durante la adolescencia? Rossalind Arden asegura que: “La correlación es moderada, por tanto nuestros resultados son interesantes pero eso no significa que los progenitores deban preocuparse si su hijo dibuja mal. La capacidad de dibujar no determina la inteligencia, sino que son muchos factores, tanto genéticos como ambientales, los que influyen en la inteligencia en la vida adulta”.

En función de este estudio, sabemos que los genes influyen en la habilidad gráfica. En efecto, los dibujos de gemelos idénticos eran muy similares entre sí respecto a aquellos gemelos no idénticos. Aunque los resultados del test a los 14 años han demostrado como este vínculo genético se mantiene sin cambios con el paso de los años.

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Fuente: MundoPsicologos.com

Cómo recordar mejor lo que estudias

 

Por fin una tarde decides ponerte a estudiar. Se trata de una asignatura nueva y es la primera vez que abres el libro. Te marcas como objetivo leerte el primer capítulo en esa primera jornada de estudio. Comienzas a leer y todo te suena a chino. Tu cabeza se llena de multitud de conceptos que núnca habías escuchado antes. Tienes que hacer un esfuerzo tremendo por continuar leyendo. Cada párrafo está repleto de información desconocida que tienes que ir asimilando. Sigues leyendo y parece que poco a poco te vas enterando de algo. Llegas al final del tema y cierras el libro. Estás algo mareado por el atracón de información nueva. Aún así te sientes satisfecho porque crees que has aprovechado la tarde. Podrías incluso explicarle a alguien lo que te acabas de estudiar.

Sin embargo van pasando los días y toda esa nueva información que has adquirido comienza a desaparecer. Una nube cada vez más espesa se interpone entre tú y la información. Una semana después apenas eres capaz de recordar alguno de esos nombres tan difíciles. No hablemos ya de tratar de definirlos o de recordar su relación con el resto de conceptos. Todo ha desaparecido como por arte de magia.

¿Te suena esta situación?

Bueno, pues aquí la magia poco tiene que ver. Todo este proceso de olvido no es nuevo, de hecho se conoce desde el siglo XIX gracias al estudio de La Curva del Olvido. Comprender cómo funciona esta curva es la mejor manera de evitar que la situación anterior vuelva a repetirse.

La Curva del olvido

La curva del olvido explica cómo retenemos la información que estudiamos. Todos sus cálculos se basan en 1 hora de estudio.

A continuación describiré lo que ocurre con esta curva desde el primer día que nos ponemos a estudiar hasta los días sucesivos.

Día 1: Este es tu primer día de estudio. Comienzas con un conocimiento de 0% (es decir, no sabes absolutamente nada del tema) y al final del estudio obtienes un conocimiento de 100%. Esto no quiere decir que te hayas convertido en un experto de repente. El 100 es la medida máxima que has conseguido nada más cerrar el libro. Para unas personas este 100 puede estar más cargado de información que para otras. Todo depende del grado de concentración que le has dedicado a esa hora de estudio.

Día 2: Si durante este día no haces nada para recordar lo aprendido el día anterior (aunque sólo sea pensar un poco en ello), por la noche habrás olvidado entre 50%-80% de toda la información. Es decir, tan sólo recordaras el 50%-20% de esa hora de estudio. Nuestro cerebro recibe un bombardeo continuo de información cada día y por esta razón tiene que eliminar la información que no considera importante. Nuestro deber es comunicarle al cerebro cuáles son las partes que debe retener. La mejor manera de hacerlo es mediante el repaso.

Día 7: Una semana después sólo recordaremos un 10% de toda la información aprendida durante el primer día.

Día 30: Si ha pasado 1 mes y no hemos hecho nada en todo este tiempo por recordar lo estudiado, tan sólo mantendremos un 2% de la información aprendida en aquel día tan lejano. Volver a estudiar de nuevo ese tema es casi como cogerlo de cero.

Cambia la forma de la curva

Comprender todo el proceso anterior nos permite alterar la forma de la curva para que juegue a nuestro favor.

Tan sólo necesitamos invertir una cantidad de tiempo muy pequeña durante los días sucesivos para que la curva no descienda. A continuación podéis ver la línea amarilla que describe la nueva curva.

Día 2: Tan sólo son necesarios 10 minutos de repaso durante este día para volver a colocar la curva en el 100. Quiero puntualizar que estos 10 minutos se corresponden con 1 hora de estudio inicial. Es decir, si inicialmente estudiaste 3 horas, en este segundo día tendrás que hacer un repaso equivalente de 30 minutos.

Día 7:  Sólo necesitas 5 minutos para reactivar toda la información (siempre teniendo en cuenta que ya hiciste una reactivación durante el día 2). Si estudiaste 3 horas, necesitarás 15 minutos para reactivar la información.

Día 30: Si has ido repasando puntualmente durante los días anteriores, llegado el día 30 tan sólo necesitarás 3 minutos para recordar el contenido de aquella hora de estudio.

No malgastes tu tiempo

¿Te parece que  hay que invertir demasiado tiempo durante todo este proceso? Vamos a hacer un pequeño cálculo.

Vamos a calcular los minutos necesarios de estudio con la curva “clásica” y la curva “modificada”.

Curva clásica: 60 minutos (hora inicial) + 60 minutos (el día 30 casi empezando de 0) = 120 minutos

Curva modificada: 60 minutos (hora inicial) + 10 minutos (día 2) + 5 minutos (día 7) + 3 minutos (día 30) = 78 minutos

La curva clásica nos obliga a invertir 42 minutos más para conseguir los mismos resultados que con la curva modificada. Vuelvo a remarcar el hecho de que estos cálculos se basan en 1 hora de estudio. Para cantidades mayores los resultados aumentarían exponencialmente.

Vamos a ver lo que ocurriría con 3 horas de estudio:

Curva clásica: 180 minutos (3 horas de estudio iniciales) + 180 minutos (día 30) = 360 minutos

Curva modificada: 180 minutos (3 horas de estudio iniciales) + 30 minutos (día 2) + 15 minutos (día 7) + 9 minutos (día 30) = 234 minutos

Esta vez las diferencias de tiempo entre elegir una curva u otra sobrepasan las 2 horas.

¿Es que del día 7 al 30 no se estudia nada?

Lanzo esta pregunta porque sé que más de uno me lo va a preguntar. El estudio y la forma de estudiar de cada uno no es una ciencia exacta. Estos números son una aproximación. Cuando se quiere representar el cambio en el tiempo mediante un gráfico se escogen valores extremos para visualizar mejor la magnitud de esta variación. El día 30 marca el punto máximo en el cual hemos olvidado casi toda la información. Personalmente considero que no conviene esperar tanto, es decir, si hemos repasado el día 7 no vendría mal volver a repasar el día 15. La mejor forma de obtener beneficios de esta forma de estudio es ponerla en práctica. Haz la prueba y estudia 2 temas, uno con la curva clásica y otro con la curva modificada. Luego me cuentas tu experiencia.

Muchas veces nos quejamos de la falta de tiempo para sacar las asignaturas adelante. Realmente se trata de una falta de planificación y organización. Con menos tiempo se pueden conseguir los mismos resultados. O lo que es lo mismo: con el mismo tiempo y una buena planificación obtendremos mejores resultados.

 

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Fuente: 

Curso – TECNICAS de ESTUDIO Avanzadas y Motivación

tec estudio

Cursos de Técnicas de Estudio Avanzadas y Motivación en Madrid (Atocha y Majadahonda)

www.cursodetecnicasdeestudio.com

Cursos orientados a que seas más consciente de tu propio proceso de aprendizaje mediante el empleo de estrategias de estudio y herramientas de psicología aplicada (Gestalt, Eneagrama de la personalidad, PNL…)

Cursos centrados en generar ideas, claves, respuestas y soluciones a los diferentes contextos de estudio. Se combinan contenidos teóricos y prácticos.

Consigue aprender a estudiar:

Adquirir un hábito de estudio adecuado y aprender a fijarte metas

Reforzar tu motivación y autoestima.

Rentabilizar tu tiempo.

Aumentar tu capacidad de atención

Memorizar de forma comprensiva y eficaz.

Lograr mejores resultados

OBJETIVOS:

Nuestro objetivo principal es ayudarte a estudiar de forma autónoma, ahorrar tiempo y esfuerzo en tus estudios obteniendo mejores resultados.

  • Que el estudiante sepa qué tiene que hacer y cómo para estudiar de un modo eficaz.
  • Que el estudiante adquiera una serie de habilidades, técnicas y hábitos de estudio.

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