El estilo de personalidad de Alfredo Landa pertenece al Eneatipo 6, ala 7, subtipo sexual o contrafóbico, el “leal”, el “soldado” del Eneagrama. Aquí podéis ver algunas de las características de su personalidad.
Alfredo Landa Areitio nació el 3 de marzo de 1933 en Pamplona, Navarra (España), hijo de un guardia civil. En su adolescencia se trasladó a San Sebastián. Se matriculó en la Universidad para estudiar Derecho pero terminó abandonando la carrera.
Actúó en el TEU y trabajó como actor de doblaje antes de debutar en el cine a finales de la década de los 50 al aparecer en “El Puente De La Paz” (1958), una comedia de Rafael J. Salvia que estaba protagonizada por Manolo Morán y José Luis Ozores.
«En San Sebastián hice una función en el teatro, y cuando salí en el primer mutis y me aplaudieron, vi un destello, un relámpago que me inundó, y una voz que me dijo: ‘Tú tienes que ser cómico’. Se me quedó tan grabado que he sido cómico porque no habría sabido ser otra cosa«, explicaba Alfredo Landa.
Este estilo de personalidad, se caracteriza por ser atrayentes, cautivadores, leales, responsables, muy protectores de los suyos, ambivalentes (belicosos y sumisos / duros y dulces), cabezotas, gruñones y con un humor sarcástico.
«Yo avisé a mi madre: ‘Mamá, si no me dejas ir, me quedo y acabo la carrera; pero si a los 40 años soy un infeliz, te echaré la culpa a ti’. Y ahí se acabó la discusión. Me dijo: ‘Vete’. Tardé una semana en meterme en un Expreso a Madrid«, aseguró el actor en una entrevista.
La gente que pertenece a este estilo tiene un punto de ansiedad que les acompaña siempre, y desde niño recuerdan ese punto de angustia que les acompaña. Para ellos, la mejor defensa es el ataque.
Es fuerte con los débiles y débil con los fuertes. Parece decidido y le gusta el riesgo porque ahí el se demuestra (a sí mismo) lo fuerte que es. Tienen muchos deseos de dirigir y pasión por mandar.
Disimulan su inseguridad bajo una máscara de firmeza y de desafío a la autoridad. Muestran reacciones ambivalentes sobre todo en relación con autoridad, sumisos o rebeldes, es más, en muchos de sus papeles, Landa actúa así.
Los últimos años de la década de los 60, con la censura levantando el pie, fueron su explosión definitiva como estrella del cine español y los inicios del denominado “landismo”.
La base del “landismo” fue un tipo de comedias picantes y autoirónicas de los años 70, en las que se reflejaba de manera humorística los anhelos sexuales del ciudadano medio en la sociedad del momento, en estas Landa llegó a simbolizar un determinado tipo de español, machista, fanfarrón en el terreno sexual y reprimido, con el contexto del turismo, la emigración o los planes de desarrollo.
Landa siempre defendió el “landismo” ya que a este estilo de personalidad les gusta ser parte de algo más grande, una empresa, una causa, y les gusta sentirse reconocidos. Fantasean mucho sobre lo que los demás van a pensar, de cómo van a reaccionar ante sus actos.
En los años 80 su estatus como actor fue creciendo, cambiando de registro y consiguiendo acabar con su imagen estereotipada del “landismo”.
Por “Los Santos Inocentes”, logró el premio a la mejor interpretación masculina en el Festival de Cannes, y gracias a su interpretación en “El Bosque Animado”, consiguió su primer Goya como mejor actor principal.
Con posterioridad ganó otro Goya por “La Marrana” y fue nominado por “Sinatra”, “El Río Que Nos Lleva”, “Canción De Cuna”, “La Luz Prodigiosa” y “Luz De Domingo”. En el año 2008 le fue concedido un Goya de honor al conjunto de su carrera.
Presentó su biografía, “Alfredo el Grande”, que era una entrevista concedida a Marcos Ordoñez, y en la que no se mordía la lengua. «No hablo mal de la gente, sólo constato la realidad», señaló tras describir a José Luis Dibildos como «un timador profesional» o la actriz Gracita Morales como «caprichosa, despótica e intratable».
Alfredo Landa también arremetió contra el cine español, donde decía que «solo hay media docena de señores con talento, que lo hacen bien», y que el desencuentro con el público se debía a que «les damos morralla».
El Eneatipo 6 (sobretodo el subtipo sexual) son juzgones, y cuando consiguen poder o status critican y dicen lo que consideran justo.
Torres-Dulce señaló que la clave de Landa es que era «competitivo y echado hacia delante«. «Cuando se decía acción él decía que iba a por todas«, dijo que llevaba un carnet que decía que era un maestro jugando al mus. Por ello, cree que «esto de ir a por todas le permitió la excelencia en su vida profesional«.
A este estilo de personalidad (sobre todo al subtipo sexual del Eneatipo 6) le preocupa parecer débil, por eso ante lo que produce miedo se enfrenta, coge al toro por los cuernos y tira hacia adelante. Le gusta trabajar con la adrenalina alta, alejándose de la debilidad.
Tienen miedo al contacto íntimo con el otro, e intenta esconder ese miedo a través de la exageración de sus atributos de fuerza o belleza.
Ocultan muy bien sus debilidades y les gusta lo intenso. No son inhibidos, vehementes. Tienen pasión por la unión y la conexión con alguien.
Desean atraer una pareja poderosa y capaz, por lo que ponen a prueba al otro para ver su disposición hacia ellos, para evaluar su carácter y fortaleza.
Alfredo Landa fue el particular Jack Lemmon del cine español. Falleció el 9 de mayo del año 2013. Tenía 80 años.
Aquí tenéis algunos videos de Alfredo Landa, interpretando al Eneatipo 6 (como en su vida real)
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Autor: desQbre – Jesús Seijas Queral
www.desqbre.wordpress.com / www.aprendeeneagrama.wordpress.com