El difícil arte de reinventarse: 12 estrategias para conseguirlo

Fue Charles Darwin quien lo dijo: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”. ¿Pero cómo sobrevivir cuando las variaciones son bruscas e inesperadas? En la actualidad buscamos respuestas incesantemente. Es lógico. Vivimos un periodo de grandes transformaciones. Y para sobrevivir, son muchos los que ya no tienen otro remedio: necesitan reinventarse.

wallpaper10Pero lo cierto es que hacerlo es algo verdaderamente difícil. Supone dejar de lado quién hemos sido hasta ahora y afrontar cambios radicales. Y no solo eso. En el camino también habrá que superar miedos, replantear ideas, conceptos, transformar objetivos, estructuras, comportamientos… Es ciertamente, un reto complicado.

El reto de reinventarse: Guía práctica para sobrevivir al cambio y salir fortalecido

Pero es posible tener éxito. La investigación ha dado pistas que pueden ayudarnos a salir victoriosos. Veamos algunas:

1. Hoy todos los expertos lo tienen claro. Para reinventarse es imprescindible tener las emociones negativas bajo control. Y el primer reto será vencer al Miedo. Los trabajos de Le Doux demostraron que el miedo paraliza. Posteriores estudios de empresa evidenciaron que el temor al fracaso, a cambiar de rutina al esfuerzo, es un importante bloqueador del cambio. Pero hoy contamos con evidencias que muestran que el miedo se puede superar. Es eficaz centrarse en resultados y en los medios. También hacer trabajar a la mente; imponerse deberes: salir todos los días a buscar oportunidades, visitar empresas con éxito… 

2. Pero el camino puede ser arduo y deberá vencer el desaliento, el pesimismo y la negatividad. Muchos estudios concluyeron que este tipo de sentimientos genera falta de activación. Además son peligrosos. Hoy sabemos que el pesimismo se contagia fácilmente. Y no solo eso; también que nuestras expectativas pueden llevarnos a tomar decisiones que nos hagan cumplir los malos augurios. Es el efecto de la “profecía autocumplida”. Así que si comprueba que la información le afecta, aléjese de ella. Evite lo que le transmita negatividad. Disciplínese. Es un ser único. Aunque a otros le vaya mal, si lucha podrá lograr sus objetivos.

3. Así que dedique sus energías a cultivar el optimismo. Hay muchas razones para hacerlo. Los estudios de Goleman demostraron que los optimistas poseen una fisiología de utilidad biológica para luchar contra la adversidad. La ciencia sugiere que para reinventarse debiera enfocarse en lo desea y desarrollar mensajes de aliento que den fuerza y confianza. Repetirlos frecuentemente: “necesito cambiar; voy a esforzarme por hacerlo y si insisto lo más seguro es que acabe teniendo éxito”. Sí. En el fondo es algo parecido al “Yes I can”.

4. Una vez con fuerza, es necesario evaluarse internamente. Pero según los expertos dedicamos poco tiempo a ello; un error. Para cambiar es imprescindible analizar nuestros puntos débiles. Pero sobre todo, analizar de qué recursos disponemos: ¿Tiene claros sus puntos fuertes, las capacidades que tiene, lo qué estaría dispuesto a hacer…? Haga lluvia de ideas. Seguramente tenga talentos en los que nunca ha reparado. Dedique esfuerzo a esa tarea. Escriba.

5. Seguidamente analice el exterior: ¿dónde pueden hallarse las oportunidades para reinventarse? Estudios con empresas y personas en paro demostraron que es muy importante trabajar la persistencia. Comprobaron la eficacia de imponer rutinas para buscar ideas. Disciplínese, trabaje a diario en ello, infórmese de la experiencia de quienes lo lograron.

6. Pero si desea reinventarse, sobre todo deberá favorecer la creatividad. La investigación confirma la importancia crucial de este punto y ha encontrado algunas formas eficaces para potenciarla:

  • Dedicar tiempo diario a pensar ideas novedosas
  • Retar a hacerlo
  • Hacer lluvia de ideas en equipo, raras
  • Buscar personas ajenas con otras perspectivas
  • Y si cree que pierde el tiempo, debe saber que Google dedica parte de la jornada laboral de sus trabajadores únicamente a “pensar”. Esto aún no es frecuente. Una pena. Parece rentable.

7. Y cuando tenga clara la estrategia, láncese al cambio. Impóngase un plan: Las investigaciones ofrecen algunas claves. Entre las que se mostraron más eficaces se encuentran:

  • Programar objetivos a corto plazo
  • Secuenciar acciones
  • Ser riguroso en el cumplimiento y seguimiento
  • Una vez emprendido el camino, procure no dejar días “de descanso”: dedique un tiempo fijo diario a su plan de cambio
  • Revise logros regularmente
  • Si no hay cambios a corto plazo cambie acciones u objetivos

8. Pero recuerde. Lo más importante para impulsar el cambio son las personas. Estudios con empresas demostraron que las que lograron transformarse, potenciaron la motivación, creación de ideas y el compromiso de los trabajadores. Damasio y otros demostraron que en todos nuestros actos y decisiones participan emociones. Las positivas reducen cansancio, mejoran aptitudes, creatividad y rendimiento. Se comprobó que los optimistas rinden entre el 65% y el 100 % más. Parece claro; trabajar emociones es algo clave en momentos de cambio.

Pero, ¿cómo hacerlo? La investigación ofrece claves valiosas:

  • La motivación aumenta enormemente con palabras de ánimo y reconocimiento o gestos: abrazar, saludar o sonreír.
  • El optimismo también puede mejorar. Estudios con empleados demostraron que lo hacían cuando creían que el avance dependía de ellos y que lo que hacían servía para algo. Por eso, conviene asignar responsabilidades e insistir en que lo que hacemos tiene un objetivo. Si no se viesen cambios es importante cambiar metas y acciones sin mucha demora.

9. Así que si trata de reinventarse, vele por sus emociones y su estado de ánimo. En una empresa delegue esta función en los líderes. Pero recuerde: en momentos de crisis no puede liderar cualquiera. Necesitan dotes contrastadas en inteligencia emocional; deben ser expertos en ofrecer aliento verbal, gestos, en gestionar tensiones. Si no lo consiguen, cámbielos.

10. Pero recuerde también que hoy sabemos de la importancia de contrarrestar momentos de cansancio y desaliento con experiencias positivas. Para ello, quede con amigos, programe experiencias que sirvan de refuerzo y satisfacción. En empresas, busque momentos de disfrute común. Se ha demostrado sobradamente el poder energizante de este tipo de  actividades.

11. Dedique también tiempo a la actividad física. Se ha demostrado que ayuda a liberar tensión y aumenta el aporte de oxigeno al cerebro. Además potencia las capacidades y el rendimiento global. En períodos difíciles acuda al gimnasio, pasee. Ya hay empresas con gimnasios para trabajadores. Gran idea.

12. Y recuerde: en todo este proceso, no olvide de reforzar y dar aliento constante. Cualquier persona puede transformarse, siempre que cuente con el aliento adecuado.

Después de todo, la ciencia parece demostrar que el secreto más poderoso del ser humano para sobrevivir a los grandes cambios se encuentra en las emociones. En ellas parece residir la clave para potenciar nuestra capacidad y mantener la fuerza necesaria para avanzar por este camino tan duro. Pero muchos lo consiguen y quienes logren el éxito sin duda habrán salido fortalecidos. Sólo con inteligencia nunca lo hubiesen logrado…

Fuente: Rocío Mayoral – blogs.elconfidencial.com

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desQbre – Psicoterapia de Pareja

548411_374685465908272_272095272833959_1042621_824650748_nToda pareja sella su relación por medio de acuerdos y pactos inconscientes, que pueden llevar a un desarrollo de la pareja o, por lo contrario, pueden producir absolutas repeticiones de modelos primitivos.

Algunas parejas repiten ciegamente, sin dejar lugar a la creatividad, necesaria en todo vínculo saludable. La repetición exagerada se produce por duelos no elaborados, secretos familiares u otras situaciones del pasado que se instalan en el vínculo presente y causan sufrimiento.

La psicoterapia de pareja puede brindar el espacio para que «el niño herido» se exprese y se calme, y para que de ahí en más pueda volver al presente a reencontrarse y crecer en conjunto.

Uno de los objetivos de la psicoterapia de pareja, es que se produzca el encuentro entre las dos personas en conflicto. Para eso, cada uno debe conectarse con lo que siente y no quedar «enganchado» con hablar del otro. Lo más común es actuar como jueces y pretender que sea el otro el que cambie.

La causalidad suele así ser circular: cada uno adjudica al otro las claves de su sufrimiento. Con la ayuda de un profesional, es posible que se genere una apertura, donde cada uno muestre sus necesidades y, sobre todo, tome conciencia de su parte en el conflicto, saliendo del rol de víctima “pobrecito yo”.

El noviazgo y el matrimonio son un terreno propicio para la emergencia de viejas heridas que llevamos dentro y que generalmente, no aparecen antes de estar en pareja. Dolores no expresados en la infancia (el niño herido), salen a la luz en nuestras reacciones cotidianas frente a la pareja actual e impiden una verdadera relación íntima con el otro.

En muchas ocasiones, los dos integrantes de la pareja están reclamando a su padre o madre desde su propia escena infantil.

Salir de los estereotipos que se repiten inconscientemente y dejar de acusar al cónyuge de todo lo malo, implica abrirse al conocimiento de sí mismo y del otro con sus diferencias (ya no está el otro idealizado de la etapa del enamoramiento).

Posibilitar el encuentro inédito entre los dos y animarse a transitar un nuevo terreno de desarrollo potencial. Ese es el desafío para muchas parejas en crisis, que aprovechan las mismas como lo que realmente son: una posibilidad de cambio y crecimiento.

Fuente: http://psicologiayelser.blogspot.com.ar/2012/03psicoterapia-de-pareja.html

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desQbre – ¿Qué es la Alegría?

risa-984538La alegría es el estado de regocijo interior que nos hace sentir vivos y equilibrados; es una excitación que produce placer y felicidad y es un sentimiento grato que nos obliga a ver el lado risueño y gracioso de las cosas. Es una emoción expansiva que se necesita expresar y compartir con los demás.

En estos tiempos, encontrar una persona alegre por nada, dispuesta a sonreír a la gente, a esparcir buena onda y a sembrar optimismo, no es cosa fácil, en un mundo donde proliferan las caras largas de tanta gente depresiva y amargada que se complace en quejarse de todo y que se pasa gran parte de la vida presagiando fracasos y catástrofes.

Sin embargo, puede ocurrir que entre esa masa doliente que no es capaz de ver el lado bueno que tienen todas las cosas, aparezca alguien como surgido de otra dimensión, que se atreva a ser optimista y positivo aún en los peores momentos.

Es en ese instante en que podemos reconciliarnos con la vida y comenzar a respirar el aire fresco de la esperanza, que es la que nos permite vislumbrar el horizonte impidiéndonos bajar los brazos.

La alegría se contagia y le devuelve a la gente el entusiasmo y las ganas de vivir, pero todavía hay tan pocos referentes que logran desplazar a los que nada esperan y que solo se quejan, que sigue venciendo la mala onda de la gente que vive aferrada al instinto de muerte.

Son demasiadas las cosas que hacen que la mayoría esté de mal humor, pero desde que el mundo existe han habido calamidades, principalmente por la conducta de los seres humanos; sin embargo también el hombre tiene la capacidad para estar alegres aún cuando sus circunstancias no sean las mejores; porque la alegría es una actitud, una predisposición a aceptar la realidad como es y entregarse a ella sin ponerse a la defensiva y necesariamente intentar cambiarla.

La queja no es privativa de los menesterosos, más bien predomina entre los que más tienen, que nunca están conformes y necesitan más cosas, creyendo erróneamente que teniéndolo todo podrán ser más felices.

La realidad se puede ver desde distintos ángulos y cada uno de ellos nos mostrará una cosa distinta. Si pudiéramos enfocar el aspecto verdadero que tienen todas las cosas, podríamos reírnos más seguido, principalmente de nosotros mismos cuando pretendemos aferrarnos a puras ilusiones que nos impiden pasarla bien y divertirnos.

La alegría no se agota aunque se malgaste, al contrario se convierte en una inagotable fuente de buen humor que contribuye a hacernos más felices, y en el mejor de los casos hasta puede llegar a convertirse en un hábito.

Profesionales dedicados al estudio de la salud emocional se reunieron en Helsinki (Finlandia) y en Buenos Aires, para debatir este tema en función a sus investigaciones, y llegaron a la conclusión de que cuanta más alegría se gasta más rápidamente aumenta el caudal de buenas ondas que repercute en los demás.

Este fenómeno se produce aún en contextos muy diferentes con condiciones culturales y económicas muy disímiles.

Estos resultados fueron sorprendentes porque cada equipo de trabajo investigó por su cuenta sin conocer el trabajo que hacía el otro.

Es importante distinguir entre la falsa alegría, que es la grotesca y del mal gusto, y la genuina, que es la espontánea, que es la que surge desde adentro con el solo propósito del buen vivir.

La alegría es como un puente fácil de atravesar, porque hasta el que se encuentra más deprimido puede cruzarlo y contagiarse y decidir en un solo instante cambiar su estado de ánimo y elegir ser una persona alegre para siempre.

La alegría libera para hacer cualquier cosa, nos permite volar con la imaginación e inventar cosas nuevas, atrae a la gente, abre puertas, disuelve rencores y resentimientos, permite olvidar las penas y minimizar las adversidades.

Hay poca alegría porque nadie se atreve a cultivarla y porque no tiene tanto prestigio como los dramas, porque los asuntos serios parecen ser en este mundo lo más importante.

Sin embargo, la alegría acelera los procesos de curación, cicatriza más rápido las heridas, mejora las relaciones, favorece los vínculos, nos hace felices y nos permite ver el lado bueno que tienen todas las cosas.

Fuente: http://psicologiayelser.blogspot.com.ar/2011/06/la-alegria.html

Firma desQbre 2012

desQbre – ¿Qué es la indiferencia?

577920_380127722030713_272095272833959_1053940_1097301810_nLa indiferencia es un error básico de la mente y conduce a la insensibilidad, la anestesia afectiva, la frialdad emocional y el insano despego psíquico. Nada tiene que ver esta indiferencia con ese no-hacer diferencia de los grandes místicos debido a su enriquecedor sentido de unidad que les conduce a conciliar los opuestos y a ver el aliento supremo en todas las criaturas y circunstancias.

La indiferencia, en el sentido en el que utilizamos coloquialmente este término, es una actitud de insensibilidad y puede, intensificada, conducir a la alienación de uno mismo y la paralización de las más hermosas potencias de crecimiento interior y autorrealización. La indiferencia endurece psicológicamente, impide la identificación con las cuitas ajenas, frustra las potencialidades de afecto y compasión, acoraza el yo e invita al aislacionismo interior, por mucho que la persona en lo exterior resulte muy sociable o incluso simpática. Hay buen número de personas que impregnan sus relaciones de empatía y encanto y, empero, son totalmente indiferentes en sus sentimientos hacia los demás.

La indiferencia es a menudo una actitud neurótica, auto-defensiva, que atrinchera el yo de la persona por miedo a ser menospreciado, desconsiderado, herido, puesto en tela de juicio o ignorado. Unas veces la indiferencia va asociada a una actitud de prepotencia o arrogancia, pero muchas otras es de modestia y humildad. Esta indiferencia puede orientarse hacia las situaciones de cualquier tipo, las personas o incluso uno mismo y puede conducir al cinismo. Hay quienes sólo son indiferentes en la apariencia y se sirven de esa máscara para ocultar, precisamente, su labilidad psíquica; otros han incorporado esa actitud a su personalidad y la han asumido de tal modo que frustra sus sentimientos de identificación con los demás y los torna insensibles y fríos, ajenos a las necesidades de sus semejantes. También el que se obsesiona demasiado por su ego, sobre todo el ególatra, se torna indiferente a lo demás y los demás, al fijar toda su atención (libido, dirían los psicoanalistas más ortodoxos) en su propio yo.

Unas veces la indiferencia sirve como «escudo» psíquico y otras para compensar las resquebrajaduras emocionales; cuando esta actitud o modo de ser prevalece, la persona tiene muchas dificultades en la relación humana, aunque también, a la inversa, podría decirse que al tener muchas dificultades en la relación humana opta neuróticamente por la indiferencia, lo que irá en grave detrimento de su desarrollo interior, ya que para crecer y que nuestras potencialidades fluyan armónica y naturalmente se requiere sensibilidad, que es la quintaesencia del aprendizaje vital y del buen desenvolvimiento de nuestras potencialidades más elevadas, si bien nunca hay que confundir la sensibilidad con la sensiblería, la pusilanimidad o la susceptibilidad.

Muchas veces la indiferencia sólo es una máscara tras la cual se oculta una persona muy sensible pero que se autodefiende por miedo al dolor o porque no ha visto satisfecha su necesidad de cariño o por muchas causas que la inducen, sea consciente o inconscientemente, a recurrir a esa autodefensa, como otras personas recurren a la de la autoidealización o el perfeccionismo o el afán de demostrar su valía o cualquier otra, en suma, «solución» patológica. En la senda del desarrollo personal, es necesario desenmascarar estas autodefensas y «soluciones» patológicas para que puedan desplegarse las mejores potencialidades anímicas, que de otro modo quedan inhibidas o reprimidas e impiden el proceso de maduración.

Esta autodefensa que es la indiferencia se acrisola ya en la adolescencia, en muchos niños que recurrieron a la misma para su supervivencia psíquica, fuera por unas insanas relaciones con las figuras parentales o por su exceso de vulnerabilidad en la escuela y en el trato con sus compañeros o por otras muchas causas a veces no fáciles de hallar. Para ir superando este error básico que es la indiferencia, la persona tiene que abrirse e irse desplegando, aun a riesgo de sufrir, pero asumiendo todo ello como un saludable ejercicio para lograr su plenitud y no seguir mutilando sus mejores energías anímicas y afectivas.

Fuente: http://www.taringa.net/posts/salud-bienestar/10354627/La-Indiferencia-Como-Actitud.html

 

¿Qué es la alegría?

¿Qué es la Alegría?. La alegría es definida como un estado mental caracterizado por sentimientos de amor , placer y satisfacción.

Existen otras maneras de definir la alegría:

  • Helen Keller define la alegría como una emoción que se logra a través de la fidelidad hacia un propósito valioso.
  • La verdadera alegria de acuerdo a Og Mandido reside dentro de uno mismo. No pierda el tiempo buscando la alegria fuera de usted mismo. Recuerde que no existe alegria en el tener o en el obtener algo, sinó en el dar. Comparta, sonría, abraze a los demás.
  • La alegria es el significado y el propósito de la vida, el sentido de la existencia humana. Definición de Aristóteles.
  • Si usted tiene una buena vida, usted será feliz. Si usted tiene una mala vida se volverá un filósofo. Definición de Sócrates.

La alegria es importante porque nos puede ayudar a lograr nuestras metas. La alegria también puede cambiar la vida de los demás simplemente si somos nosotros mismos.

La alegria puede hacernos más creativos, energéticos, exitosos, etc. Es no sólo importante para nosotros mismos sinó que también para los que nos rodean.

Fuente: Carla Valencia – http://www.las-emociones.com/alegria.html

Nuestras decisiones se basan en ilusiones y falsas memorias

Michael S. Gazzaniga, padre de la neurociencia cognitiva

Tengo 72 años. Nací y vivo en California. Estoy casado y tengo 6 hijos y 17 nietos. Es peligroso que los humanos dependamos de las estructuras sociales, porque el individuo se vuelve irresponsable, como un niño. No tengo creencias, pero el 95% de las personas las tienen.

Mis sesos son yo?
Sí, su cerebro es lo que genera la mente con sus pensamientos y sentimientos.

Y los pensamientos surgen de la mente…
Estén donde estén, están generados por un proceso del cerebro, pero la capa mental es real. Es como hablar de hardware (el cerebro) y software (la mente), uno sin el otro no tienen sentido y su interacción es lo que produce la función.

Entre otras cosas la conciencia de nosotros mismos.
Sí, y toda la gama de actividades sociales, estados mentales, y todo lo que somos.

¿Nuestros pensamientos pueden variar nuestras redes neuronales?
Va al revés, las neuronas producen la capa o el nivel mental, que a su vez delimita las neuronas. La neurociencia antigua decía que A produce B y B produce C. La neurociencia moderna piensa que A produce B, y B vuelve a A y la influye.

¿Por qué una persona es más inteligente que otra?
Todos los neurólogos están intentando responder a su pregunta y nadie tiene todavía una respuesta. Si la inteligencia es ser bueno en el pensamiento abstracto, se trata de cuántas variables puedes mantener en tu mente, lo normal son 4 o 5, y las personas muy inteligentes en este sentido pueden tener 6 o 7, pero esta es sólo una línea. Estamos hablando de personas que tienen una buena memoria a corto plazo.

¿Qué otras hipótesis se barajan?
Que las personas inteligentes tengan una estructura neuronal distinta. Pero una de mis conclusiones más trascendentes es que hablar de libertad de acción empieza a no tener sentido.

¿Estamos determinados?
Para empezar, hay que entender que una célula humana funciona de manera automática, como funciona su teléfono móvil.

Y, según usted, el cerebro también es un mecanismo.
Sí, que toma decisiones mezclando la información heredada y la aprendida. Y resulta que en el hemisferio izquierdo humano hay algo muy especial a lo que yo llamo el intérprete.

Eso es nuevo.
Este módulo neuronal intenta interpretar el mundo y las propias acciones del sujeto, intenta contarnos la historia de por qué hacemos lo que hacemos, de manera que toda esa argumentación mental que nos parece fruto de nuestra lógica particular…

… Es obra del intérprete.
Sí, y este descubrimiento nos lleva a la conclusión de que la libertad de acción es irrelevante e inexistente. Pero eso no significa que usted no sea responsable de sus actos.

¿Cómo que no?
Porque la responsabilidad es el acuerdo que tomamos todos nosotros, está en lo social. Pero permítame que le cuente una historia.

¿De su intérprete?
Tiene que ver con él. El primer científico en decir que el cerebro estaba hecho de neuronas fue Ramón y Cajal, pese a que Golgi fue el primero en ver una neurona, pero como tenía una teoría distinta sobre el cerebro no la tomó en cuenta, ja, ja, ja.

¿Qué le hace tanta gracia?
Hasta qué punto si uno no quiere, no ve una cosa, aunque la tenga delante no la ve.

El intérprete.
Así es, una herramienta humana muy potente que es la que nos hace estar tan seguros de lo que decimos y pensamos.

¿Y lo que sentimos?
Usted se va a la cama perfectamente feliz, pero se levanta hecha polvo y entonces se dice: «¡Ah!, es que no me apetece ir a trabajar» o «es que mi pareja no me ha dado los buenos días».

¿Mentirijillas del intérprete?
En realidad lo que ha pasado es que ha cambiado su nivel de dopamina.

Vaya, que no nos podemos fiar ni de nosotros mismos.
Un ejemplo muy claro es un ataque de pánico o una fobia, hay una parte del cerebro que te da un impulso, llegas a un nivel de ansiedad brutal porque el intérprete te ha contado una película irreal que para ti es absolutamente real.

O sea, que tenemos un Pepito Grillo grillado.
El intérprete intenta responder al porqué y al cómo incluso a costa de inventar falsas memorias. Estos descubrimientos tienen enormes implicaciones para entender nuestra conducta.

Me ha dejado perpleja.
No sólo más del 98 por ciento de nuestras decisiones son inconscientes, sino que, además, de las pocas decisiones conscientes estas se basan en construcciones que a su vez están basadas, en gran parte, en ilusiones y memorias falsas. Y hay más.

A saber.
Para cuando tú eres consciente de tu pensamiento, tu cerebro ya lo ha ejecutado. Ya ve, todos sus procesos mentales, incluyendo la sensación de tener una mente y un yo, son fruto de su cerebro.

¿Y ahora qué hago?
Nuestra visión de quienes somos está cambiando y cambiará todavía más a medida que hagamos nuevos descubrimientos, y debemos estar atentos, porque organiza-mos nuestra sociedad en función de lo que creemos.

Fuente: «La Vanguardia» (Ima Sanchís) – http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120903/54345758891/la-contra-michael-s-gazzaniga.html