Ejercicio: La mejor versión de ti mismo

En Psicología Positiva existen una serie de ejercicios pensados para poder incrementar nuestro nivel de bienestar y optimismo. Uno de ellos, podría decir uno de mis favoritos, se llama LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO.

La idea es pensar de aquí a 1 año, cinco años, diez (lo que cada uno desee) e imaginar cómo vamos a estar emocionalmente, qué vamos a estar haciendo. Debemos visualizar una versión de nosotros mismos que nos resulte atractiva, ya sea porque obtuvimos nuestras metas o nuestra rutina se ajusta a lo esperado o logramos superar algún problema.

Tenemos que pensar de la manera más detallada posible esta situación, o describir perfectamente cómo sería un día estupendo para nosotros desde nuestra nueva perspectiva. Lo más saludable es pensar en cosas que pueden ser realizables y coherentes con el marco temporal que hemos escogido. Recuerden que tendemos a exagerar lo que somos capaces de hacer en un año y subestimamos lo que podemos lograr en cinco o diez años.

Lograr tener en claro quiénes queremos ser, qué queremos hacer, cómo deseamos desarrollarnos emocionalmente, nos brinda una estructura y al tener en mente nuestro objetivo nos vamos acercando más a lo concreto y las posibilidades futuras.

Podemos también tener en cuenta nuestras fortalezas y pensar cómo ellas podrían ayudarnos a acercarnos a este ideal de nosotros mismos.

Este ejercicio tiene como consecuencia lo siguiente:

  • Aumentar las emociones positivas
  • Incrementar nuestro nivel de felicidad, optimismo, esperanza
  • Mejorar nuestras estrategias de afrontamiento o al menos tener algunas en consideración

En mi terapia de grupo actual, mis doce sesiones que apuntan a convertirnos en personas más optimistas y con mayor bienestar, Fernando S. hizo este ejercicio y lo hizo de una manera muy original. Con su permiso comparto esta historia que nos enamoró a todos.

 

UN FUTURO POSIBLE

El día comienza con el desayuno familiar. Hoy Alejandro está triste, juega con la cuchara en su taza de leche achocolatada. Lucía, habla entusiasmada de su paseo a una granja, le pregunta a su mamá si hay pingüinos allí. Mariela, le dice que no, porque ellos prefieren un ambiente más tranquilo.

Al tiempo que mi esposa me da un beso, aprovecha a decirme que le hable a nuestro hijo, porque ella ya lo había intentado pero sin mucha suerte.
Lucía me da un beso, apurada, ya que la bocina odiosa del bus escolar reclama su presencia inmediata. Entonces, me acerque al que tenía la trompa de elefante.

-Pobre cuchara, la estas mareando con tantas vueltas…- Le dije para entablar una conversación.

-Perdí la titularidad en el equipo, el técnico puso en mi lugar al hijo de un amigo. Me dijo que un tiempo lo jugaría yo, y el otro, él.- Se lamentó sin dejar girar la cuchara en la taza.

-¿Y la cuchara qué culpa tiene- Respondí.

Él me miró serio, ganas de insultarme no le faltaban, es la herencia familiar sin dudas y proseguí :-La cuchara es cuchara y para eso fue creada, no puede hacer otra cosa. En cambio tú no, tienes mil posibilidades de crecer y ser lo que quieras. Lo más importante es que seas titular en tu vida. En estos momentos sos como la cuchara, dando vueltas y vueltas, lamentando tu suerte.

-Ay Papá, no soy uno de tus pacientes- Se quejó Alejandro.

-Si fueras paciente mío, tendrías una deuda que ni vendiéndote al Barcelona podrías pagarme. Mira, tu viejo era tan espantoso jugando al fútbol que le pegaba hasta al árbitro menos a la pelota. Pero tus abuelos sí que eran buenos, saliste a ellos por suerte. Vos no necesitas favores para jugar, siempre en la vida hay gente que se maneja así y enoja mucho, te entiendo que estés así, pero tarde o temprano los que tienen luz propia, brillan, como vos (no quería decirle aún, que me habían venido hablar de River Plate. No hasta que todo fuera formal). Seguí dando lo mejor de vos, que los resultados se van a dar solitos. Yo sé porque te lo digo. Como Uruguay, metiendo siempre para adelante aunque la cosa esté difícil. Mira que sos bueno jugando, en serio-le dije mirándolo a los ojos. – No viste a tus abuelos como se babean al costado de la cancha viéndote driblear.-

-En serio Papá, ¿no me lo decís para dejarme contento? – Preguntó Alejandro, ya la cuchara descansaba recostada en la taza.

-Tan seguro que me voy a tener que pelear con tus abuelos por ser tu representante. Ahora ve a estudiar que un jugador también tiene que ser tan hábil como ilustrado.- Le guiñe un ojo cómplice.

Suena el celular, atiendo. Es de la editorial me avisan que el libro está trancado porque hay que hacerle una serie de correcciones, porque al editor no le gusta mucho algunas cosas y tiene que ser rápido, hay otros trabajos que reúnen más expectativas.

-Pero que le pasa a Beltrán, yo escribo humor, no “Corin Tellado” como su nuera. Mis trabajos bastante ganancias le dieron, ahora no me digan que las novelas culebronas están de moda. Bueh, está bien, prometo revisarlo y entregarlo el viernes sin falta, tal como al Señor editor le gusta”- Exploté mientras apagaba el celular con rabia.

-Papá- dijo Ale desde el umbral de la puerta:-No seas como la cuchara-.

Mariela con una sonrisa amplia, me dijo:- Y de tal palo…
Sonreí y le levante el pulgar en agradecimiento.

¿Y ustedes se animan a imaginar la mejor versión de ustedes mismos?

 

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Fuente: Mariana Alvez – psicologiapositivauruguay.com

Técnicas de estudio: ¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de estudiar?

8446_shhhhh-quiet-everyone-study-wallpaperEl rendimiento académico depende de los conocimientos previos de los que se disponga, las aptitudes intelectuales del estudiante, su motivación, las técnicas y hábitos de estudio.  Aún así, existen numerosos factores a tener en cuenta en el momento de ponerse a estudiar. Es importante disponer de un lugar de trabajo adecuado, una rutina de estudio y eliminar numerosos  distractores de nuestro entorno. A continuación, se facilitarán algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de ponerse a estudiar.

¿Cómo ha de ser el lugar de trabajo?

  • A ser posible siempre se ha de intentar estudiar en el mismo lugar.
  • Silencioso.
  • Sin música, pero en el caso de hacerlo, clásica y sin voces, puesto que podrían interferir con el material estudiado.
  • La silla ha de ser cómoda, pero no en exceso. Evitar asientos muy mullidos, reclinables, etc. Una excesiva comodidad podría terminar por ser un factor que disminuya la concentración.
  • La iluminación preferiblemente natural o, si no, una luz directa sobre los apuntes acompañada de una luz ambiental en la habitación.
  • La temperatura preferiblemente entre los 18ºC y los 22ºC.

¿De que depende el que podamos concentrarnos y mantener la atención?

  • Factores externos (referente al ambiente):

Existen numerosos factores que determinan nuestra atención. Algunos dependen del tipo de letra y el texto (Por ejemplo, algo que esté escrito en negrita o en mayúsculas llamará más nuestra atención. El contraste entre estas partes y el resto del texto determinará nuestra atención, así como el hecho de si existan dibujos o no). Es más sencillo atender a algo novedoso, aunque si se repite el tema es más fácil retenerlo en la memoria, siempre y cuando no sea en exceso.

  • Distractores externos:

El ruido o una luz o temperatura poco adecuada dificultará la tarea, al igual que la ausencia de un horario o una rutina de estudio. Dejarse llevar por la pasividad o comodidad inicial podrá convertirse en un obstáculo importante. Realmente merece la pena realizar un esfuerzo hasta alcanzar cierta concentración, que después mantener no resultará tan difícil. Si el tema es excesivamente difícil o excesivamente fácil podrá complicar nuestra concentración, al igual que si resulta un tema monótono. Otro distractor será la existencia de otras cosas que nos interesen o motiven más.

  • Factores internos (referente al estudiante):

La atención dependerá en buena medida de nuestras necesidades e intereses, así como de nuestros hábitos y expectativas. Obviamente, aquello que nos interesa despierta mucho más nuestra atención.

  • Distractores internos:

La existencia de conflictos personales supone un enorme obstáculo en el momento de concentrarse. Es normal que otras preocupaciones centren nuestra atención cuando estamos estudiando. La ansiedad puede suponer otro obstáculo, en bajos niveles puede aumentar nuestro rendimiento, pero cuando se supera determinado umbral, puede suponer un problema para concentrarse. La falta de interés en el estudio o en la temática puede resultar un escollo. Un exceso de tareas, o la acumulación de las mismas, puede resultar también perjudicial para centrarse en el estudio. La fatiga física o psíquica puede disminuir nuestro rendimiento o evitar una buena concentración.  Por último y no menos importante, la falta de voluntad. Sin esta, será complicado rendir en el estudio. En numerosas ocasiones, la problemática en los estudios no reside en la aplicación de una metodología deficiente en el momento de enfrentarse con la tarea, si no que, como bien se mencionaba al principio del párrafo, puede deberse a una falta de concentración o motivación cuyo origen es mucho más profundo. En ese caso, lo más idóneo sería recurrir a la ayuda de un psicólogo que ayude a descubrir aquellas preocupaciones y conflictos internos que impiden poder estudiar con eficacia y tranquilidad.

¿Qué se puede hacer entonces para mantener una atención adecuada?

  • Eliminar todo aquello que nos distraiga a la hora de realizar nuestra tarea.
  • Planificar las horas de estudio: Es muy recomendable realizar un descanso de 10 minutos por cada hora de estudio, de lo contrario, nuestra atención y concentración se pueden ver mermadas. Este descanso facilita el paso de datos a la memoria a largo plazo, o lo que es lo mismo, facilita la asimilación de información y su aprendizaje.
  • Evitar una postura excesivamente cómoda (no estudiar en el sofá).
  • Lograr una tensión psicofísica adecuada, o sea, que exista una mínima tensión que facilite una concentración relajada. Un nivel de activación suficiente para que facilite la concentración y no termine por dificultarlo.
  • Estudiar en una habitación bajo unas condiciones adecuadas.
  • Procurar siempre estudiar en el mismo lugar.
  • Si existen otros problemas que nos inquietan y distraen, procurar resolverlos antes. Para ello podemos recurrir a la ayuda de un psicólogo, si es necesario.
  • Evitar caer en la monotonía. Se puede alternar la lectura con el subrayado y la realización de esquemas, o bien, sencillamente cambiar de asignaturas.
  • Tras la jornada de estudio o tras haber logrado determinados objetivos, procurar recompensarse. Por ejemplo, si te apetece un batido a mitad del estudio, esperar a terminar, y cumplir con los objetivos para tomarse el batido. Este evitará distracciones en medio del tiempo de estudio y funcionará como un refuerzo positivo una vez terminada la tarea.
  • Intentar ver el tema a estudiar con interés. Buscar el lado positivo, interesante o agradable a lo que se estudia, aunque esto no siempre resulta fácil.
  • Realizar ejercicios de concentración.
  • En caso de estar nervioso, llevar a cabo alguna técnica de relajación que, llegado el caso, podría ser enseñada por un psicólogo con formación en técnicas de relajación.

Técnicas para mejorar la concentración:

  • Realizar respiraciones lentas y centrar la atención en ellas.
  • Imaginar un lugar agradable y concentrarse en ese lugar.
  • Trazar mentalmente un triángulo, después un círculo, hacerlo desaparecer y repetir el proceso con varias figuras geométricas.

Técnicas para mejorar la motivación.

Es importante destacar que este tipo de técnicas no siempre resultan eficaces, puesto que, en ocasiones, la falta de motivación se debe a motivos mucho más profundos.

  • Buscar y proponerse objetivos a conseguir. Estos han de ser realistas y acordes a uno mismo.
  • Emplear técnicas activas de estudio, como el subrayado, la esquematización, etc. Cuanto más activo resulte el estudio, mayor implicación habrá por parte del estudiante y más se vivenciará el tema, con el consiguiente mejora en la retención de los datos.
  • Hacer del estudio un hábito. Llevarlo a cabo a la misma hora y en el mismo sitio.
  • Darse gratificaciones cuando los objetivos se hayan visto cumplidos. Los objetivos se habrá planificado previamente.
  • Realizar un sobreesfuerzo inicial. Si en los primeros días del curso se realiza un mayor esfuerzo, resultará más sencillo comprender los temas que se impartirán posteriormente y coger el ritmo de la clase y de estudio.
  • Procurar desarrollar la curiosidad. A veces algunas asignaturas se consideran un rollo por el profesor, la opinión de la clase, nuestros intereses, etc. Es aconsejable ver cuales son los motivos y procurar no coger la asignatura dando por hecho que es un rollo. Procura mirarla con curiosidad, buscar el lado interesante de la misma. En último caso, pensar que si se quiere aprobar y llegar a terminar el colegio, instituto o la carrera, no queda más remedio que aprobarla.
  • Procurar evitar distractores. Quita todo aquello que te distraiga de alrededor.
  • Intentar tener confianza en uno mismo. Este punto es muy fácil decirlo, ahora bien, llegar a tenerlo supone realizar un trabajo interior a largo plazo en algunos casos.

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Fuente: http://www.bienestarypsicologia.com/