Más de 350 millones de personas sufren depresión en el mundo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamamiento para con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra este miércoles para acabar con la estigmatización que rodea a la depresión y otros trastornos mentales, al tiempo que ha defendido la necesidad de mejorar el acceso al tratamiento para todas las personas que lo necesiten.

Según asegura este organismo de Naciones Unidas, en el mundo hay más de 350 millones de personas con depresión, un trastorno mental que altera sus vidas y que, debido a la estigmatización que todavía existe, hace que que muchos de estos afectados no reconozcan su enfermedad ni busquen tratamiento.

La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo, y se caracteriza por una sensación persistente de tristeza durante dos semanas o más, que interfiere con las actividades laborales, escolares o domésticas.

Hay tratamientos psicosociales y farmacológicos eficaces pero, según la OMS, para resolver la depresión «es fundamental la participación activa de las personas que la padecen y de sus allegados». El primer paso consiste en reconocer la depresión y buscar apoyo, y cuanto antes empiece el tratamiento, mayor será su eficacia.

«Disponemos de algunos tratamientos muy eficaces para la depresión. Lamentablemente, sólo la mitad de las personas con depresión reciben la atención que necesitan. De hecho, en muchos países esa cifra es inferior al 10 por ciento», ha reconocido Shekhar Saxena, director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, que colabora con otros países en la lucha contra la estigmatización como actividad esencial para aumentar el acceso al tratamiento.

Resultado de múltiples factores

 

Además, recuerdan que la depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Hay relaciones entre la depresión y la salud física; así, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa.

Una de cada cinco parturientas sufre depresión tras el parto. De igual modo, hay circunstancias como las presiones económicas, el desempleo, los desastres o los conflictos que también aumentan el riesgo de padecer este trastorno. Según la OMS, en el peor de los casos la depresión puede llevar incluso al suicidio.

La OMS presta asistencia a los gobiernos para que incluyan el tratamiento de la depresión en sus paquetes básicos de atención sanitaria. A través del Programa de acción para superar la brecha en salud mental (mhGAP) se capacita a los profesionales sanitarios de los países de bajos ingresos para que identifiquen los trastornos mentales y proporcionen una atención adecuada, asistencia psicosocial y medicación a las personas con depresión.

La Federación Mundial de Salud Mental inició en 1992 la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, que sirve a muchos países y organizaciones para concienciar a la población de los problemas de salud mental y fomentar un debate abierto sobre los trastornos mentales, así como las inversiones en servicios de prevención, promoción y tratamiento.

Fuente: «La Vanguardia» – http://www.lavanguardia.com/salud/20121010/54352855642/mas-350-millones-personas-sufren-depresion-en-el-mundo.html

desQbre – La DEPRESIÓN… la otra crisis mundial

En 20 años, la depresión se convertirá en la enfermedad que más padecerán los seres humanos, superando al cáncer y los trastornos cardiovasculares, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según la organización, este trastorno mental será el mayor problema de salud para las sociedades, tanto económica como socialmente. Y sin embargo, agrega la OMS, la mayoría de los países en desarrollo actualmente sólo gastan menos de 2% de sus presupuestos nacionales en servicios de salud mental. La advertencia fue hecha durante la primer Cumbre Global de Salud Mental que se lleva a cabo en Atenas, Grecia. Según la OMS, actualmente más de 450 millones de personas están directamente afectadas por algún trastorno o discapacidad mental, y la mayoría de éstas viven en los países en desarrollo…

«Las cifras de la organización muestran claramente la magnitud del problema y sus probabilidades de que sea cada vez más grande», dijo a la BBC el doctor Shekhar Saxena, del Departamento de Salud Mental de la OMS.

«Tanto es así que en 2030 la depresión será, entre todos los trastornos de salud, el que causará la mayor carga de salud», agrega.

Cuando se habla de «carga», explica el experto, se considera la medida de años perdidos de vida debido a una muerte temprana o a una discapacidad severa causada por una determinada enfermedad, que en este caso es la depresión.

Epidemia silenciosa

El doctor Saxena afirma que la depresión actualmente es mucho más común que otras enfermedades más temidas, como el VIH-Sida o cáncer.

Y sin embargo, agrega el experto, la depresión es uno de esos temas de los que la gente no suele hablar mucho, sobre todo cuando la persona es la afectada.

«La llamamos la epidemia silenciosa porque a menudo pasa sin ser reconocida», dice el psiquiatra de la OMS.

«Pero siempre ha estado presente y es probable que aumente en términos de proporción mientras otras enfermedades disminuyen».

Esta creciente carga de salud será un problema particularmente grave para los países en desarrollo que cuentan con menos recursos para servicios de salud mental.

«Tenemos cifras que muestran que los países más pobres en realidad tienen más depresión comparados con los países ricos», explica el doctor Saxena.

«E incluso la gente pobre en los países ricos tiene una incidencia de depresión más alta que las personas más ricas en esos mismos países».

Más pobres, más deprimidos

Las cifras de la OMS muestran que los países de altos ingresos destinan 200 veces más recursos a su salud mental que los de bajos ingresos.

Y como cerca de la mitad de los trastornos mentales comienzan antes de que la persona cumpla 14 años, los expertos subrayan la importancia de disponer servicios de salud durante la infancia.

Sin embargo, los países de bajos y medianos ingresos tienen sólo un psiquiatra infantil por cada 1 a 4 millones de personas.

Los estudios de la OMS muestran que cerca de 800.000 personas se suicidan cada año y 86% de éstas viven en países de bajos y medianos ingresos.

Y más del 50% de estas personas, dice la organización, tienen entre 15 y 44 años.

Pero las pérdidas no son sólo importantes en términos sociales, porque las enfermedades mentales también tienen un enorme impacto en la productividad de un país.

Expertos britanicos del King’s College en Londres han calculado en términos financieros cuál es la carga de una persona con depresión para una sociedad.

«Parte de esta carga es por la pérdida de productividad, porque una persona con depresión grave tienen muy pocas posibilidades de estar empleada o mantenerse empleada» afirma el profesor Martin Prince, experto en epidemiología psiquiátrica del King’s College de Londres.

«Pero también se incluyen los costos de los beneficios de incapacidad o desempleo, particularmente en países desarrollados», dice el experto.

«Estos costos combinados suman unos US$19.000 millones al año o cerca de 1% del PIB, así que es una suma extraordinariamente grande» agrega.

Con las perspectivas de que aumente la carga de las enfermedades mentales y continúe incrementándose en los próximos años, es urgente que cambie la actitud de la sociedad hacia las enfermedades mentales.

«La depresión es una enfermedad tan real como cualquier otro trastorno físico que hace sufrir a la gente», expresa el doctor Saxena.

«Y la persona afectada tiene el derecho de obtener asesoría y tratamientos correctos en el mismo entorno de salud que se ofrece a los que padecen otras enfermedades», agrega el experto.

Fuente: http:/psicologiayelser.blogspot.com.ar

 
 

desQbre – Un videojuego para tratar la depresión

Cada año entre el 1% y el 6% de los adolescentes del mundo padecen depresión, pero la mayoría de ellos no tiene un diagnóstico y, consecuentemente, no recibe tratamiento. Sin embargo, una terapia informatizada, un videojuego, puede ser una buena elección para este colectivo tan familiarizado con los ordenadores. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos de Nueva Zelanda tras realizar una investigación, y cuyos resultados se publican en el último ‘British Medical Journal’.

Sally Merry, de la Universidad de Auckland, declara a ELMUNDO.es: «Tenemos algo que poder ofrecer a los jóvenes con depresión. Un tipo de intervención con la que disfrutan y además es eficaz».

El trabajo ha sido llevado a cabo con 187 adolescentes de entre 12 y 18 años que acudieron a 24 centros de atención primaria de Nueva Zelanda por síntomas depresivos. Todos se sometieron a pruebas psicológicas para evaluar su gravedad y, posteriormente, fueron divididos en dos grupos. La mitad de ellos (94) se asignó al grupo de terapia con el videojuego, mientras que el resto (93) siguió los tratamientos tradicionales, en consulta.

Elegir un avatar

El ‘SPARX’ es un programa informático de autoayuda para personas jóvenes con síntomas de depresión que utiliza un entorno de fantasía, juegos en 3D y una banda sonora hecha a medida. El programa enseña técnicas para controlar los síntomas de la depresión, en un formato de aprendizaje autodirigido.

Al mismo tiempo, los jóvenes aprenden las técnicas de la terapia cognitivo-conductual para tratar los síntomas (por ejemplo, hacer frente a los pensamientos negativos, resolución de problemas, planificación de la actividad y la relajación). El programa se puede utilizar con un mínimo de supervisión y en él los usuarios pueden personalizar su avatar y el viaje a las siete provincias, cada una con un conjunto único de desafíos y puzles, detallan los investigadores.

«El tiempo necesario para hacer el SPARX es de 30 a 40 minutos por módulo, con un tiempo total de duración de la terapia de cuatro a siete semanas. Lo más positivo del programa es que está directamente a disposición de los jóvenes para que ellos trabajen su problema», destaca la investigadora principal.

Los resultados

Una vez finalizado el juego, todos los jóvenes fueron evaluados a través de varios tests psicológicos. Los datos revelan que el «SPARX fue tan eficaz o más que la atención habitual a la hora de reducir los síntomas de depresión y ansiedad en por lo menos un tercio», detallan los investigadores.

Además, un 44% del grupo que siguió el videojuego se recuperó completamente en comparación con 26% de los que siguieron la terapia habitual. Además, es importante que el 95% de los usuarios del SPARX se mostró satisfecho con esta fórmula y hasta un 81% reconoció que se lo recomendaría a algún amigo. «No obstante, la satisfacción fue igual de elevada en el grupo que siguió el tratamiento convencional», determinan los investigadores.

La terapia cognitivo conductual informatizada SPARX es un «recurso eficaz para los adolescentes con depresión que buscan ayuda en atención primaria. El uso del programa resultó en una reducción clínicamente significativa en la depresión, la ansiedad y la desesperanza y una mejora en la calidad de la vida. Los resultados son mejores si se considera que SPARX es totalmente un recurso de autoayuda. El único contacto con el médico fue al inicio (cuando se acude al centro de salud) y, posteriormente, a través del teléfono pasado un mes del tratamiento», concluye el ensayo.

Además, los efectos del tratamiento persistieron durante tres meses después del programa, que fue más eficaz para «aquéllos que en un principio estaban más deprimidos. La intervención es al menos tan buena como el tratamiento habitual para atención primaria, pero sería más barata y más fácil difundir», agregan los investigadores.

Fuentes: «El Mundo» (Patricia Matey) – http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/04/19/neurociencia/1334857831.html